Saturday, March 15, 2014

Vivir es hacer, reflexión personal

El matecito a la mañana no me lo quita nadie. Ni aún estando en Canadá. Pero esta segunda crisis existencial, la es mas desesperante que la primera. Porque cuando somos adolescentes, existe la certeza de no saber qué es lo que queremos. Es eso mismo lo que la gente espera de un muchacho de unos 16 años que a penas si puede crecer una pelusa en la pera. Pero en este presente de incertidumbre y código htlm, es muy posible que uno mantenga esa incertidumbre sobre la vida aún superados los 25 años. Y sin siquiera una barba decente.

Hace unos meses escribí acerca de lo que significa encontrar nuestra pasión en la vida (Find your passion, yeah sure...) y esta quizás sea una contracara más pesimista, no por ello menos humana. Hay un dilema interno entre la necesidad de encontrar cierta claridad respecto al camino a seguir y la urgencia de dejar de perder el tiempo y ponerse manos a la obra. Pero...   ¿¡cuál obra?!

Sucede que mi mente tiene cierta creatividad a la hora de comenzar proyectos, pero le falta la persistencia y perspicacia para llevarlos adelante y ser exitoso. He sido muchas cosas en los últimos diez años que me apartan de mi graduación secundaria. Pero más personajes terminados, estos son fantasmas que me reclaman su atención en los momentos de reflexión. Allí está mi taller de encuadernación, mi título de licenciado, mis ansias de viajar, de escribir, mi proyecto cervecero, siguen firmas.
Buscar claridad en los lugares equivocados: un paso indispensable

Luego vienen esas reuniones con los compañeros del secundario y descubrimos que nuestra primera noviecita se casó y espera una hija, que un compañero comenzó un exitoso emprendimiento, otro que sigue una carrera en una empresa, algún que otro perdido como vos,
pero es lo de menos. Hay una falsa envidia hacia aquellos que lucen confiados siguiendo el camino que eligieron, o el que les tocó. No todos deben estar conformes, pero el momentum de depresión vocacional me tuerce. Ninguno de sus caminos me sirve para ser feliz. Se confirma la noción de lo inútil que es la envidia.

Quizás me haga falta el valor para enfrentar algunas de los desafíos que necesariamente vienen en el camino de mis anhelos. Una bruma que no me deja ver el camino, y al no verlo me rehúso a caminar lleno de incertidumbre hacia la esa bruma. Pero el hecho de no ver las cosas no quiere decir que no estén ahí.  ¿Me hace falta dar un salto de Fe? Hacía dónde hay que saltar para darlo?

2 comments:

  1. Absolutamente catártico!! No podría juzgarlo de ninguna manera, es catarsis pura y asi me parece bien. Solo te voy a dar mi humilde opinion al respecto y por lo que suele desprenderse de los temas y modos que abordas en tus escritos. Me da la sensación de que añoras constantemente tu vida en bs as (no se la verdadera o una idealizada por la distancia). Es una fija. Nada, pensalo!

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  2. Polemiquisimo el tema que abordas. Suck it up Wendy! Y lee esto que acabo de escribir en ingles: http://booksmith-journal.blogspot.ca/2014/03/they-doors-i-need-to-go-through.html
    Usa el google translate, lopez, Rio pe, no se...

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