Me preguntan quién soy y no
sé qué decir. Una pregunta tan sencilla, casi estúpida, cuya respuesta se
escurre en mi mente como la mierda por el sumidero. Y es que me resulta, cuanto
menos, impertinente hablar de mí misma; encasillarme en definiciones
simplificadas para explicarme a los demás. Definir o explicar siempre implica limitar,
recortar, constreñir aunque sea, mínimamente, para que aquello que se arguye
sea inteligible. Entonces, ¿cuál sería el recorte correcto que debiera hacer sobre
la unidad que, en este caso, vendría a ser yo? ¿Debería sacar a relucir mis
bondades y apenas dejar asomar por algún resquicio los defectos y carencias? Todo
un dilema.
En este momento, más que
ahondar sobre quién soy, me alcanza y sobra con saber quién ya no quiero ser.
Seguramente pensarán que tendría
que ir al psicólogo y arreglar mi psique. ¡Y sí! Tienen razón. Ya iré (si los
elevados honorarios del profesional y mi cada vez más deteriorada economía me
lo permiten). Ya habrá tiempo de resolver, descubrir y afianzar. Por el
momento, soy casi una desconocida para mí misma. No tengo en claro quién soy… y
no me preocupa demasiado. Mucho menos a ustedes.
Creo que, aun habiendo hecho
todo lo posible por evitarlo, he develado lo suficiente sobre mí. Porque cada
palabra escrita ha sido previamente seleccionada y masticada hasta el hartazgo
y cada frase, meticulosamente armada y concatenada con la siguiente.
Y aunque conscientemente me
esfuerce por lo contrario, dejo en el papel, cada vez que escribo, un pedazo de
aquello que creo ser o que en verdad soy pero niego o desconozco.
El problema de responder una pregunta así es que, la consigna en sí, es un prisma indescifrable. Es imposible abarcar un todo, pero más interesante aún, implica defiinir qué es lo que hace a la identidad de una persona. La semana que viene voy a pulir una idea de relato que tengo que explora esta misma idea. Qué somos? Y qué es lo que no hace ser eso mismo que somos? (!!?)(#)!")
ReplyDeleteCreo que es interesante ver las reacciones ante semejante pregunta. De la misma manera que encuentro interesante ver qué aspecto de una persona se filtran en un breve comentario de no más de 500 palabras.
De nuevo con este dibujante que me cae muy bien, te dejo su respuesta. Esta vez subtitulada:
http://www.youtube.com/watch?v=3ROMNgrVO9E
En última instancia creo que este esta es una de las grandes preguntas que nos permitirían allanar el camino de nuestras acciones.
Tu texto aborda la mera problemática de no saber cómo responder. Hay como un dejo de baja autoestima ahí. A quién le importa? Tengo que ir a un psicólogo. Como si hubiera algo malo con vos en particular. Pensá y salís.
Desde mi última visita a Buenos Aires siento que hay un crecimiento en mí. A veces a saltos, y a veces estancado. Pero en promedio sostenido. Tengo que abordar muchas de mis propias limitaciones, y creo que la mejor manera que encontré de hacerlo es con el humor y la escritura.
Bancate el inglés y arrojame un comentario acerca de este escrito de la semana pasada:
http://booksmith-journal.blogspot.ca/2014/03/they-doors-i-need-to-go-through.html