Monday, August 25, 2014

Deber

Si pudiera cambiar el mundo, si tuviera todas las herramientas cognitivas posibles para hacer un cambio significativo en el mundo, por dónde empezaría? Dónde se encuentra el oscuro reducto del mal que debería ser combatido? Cuál es la trinchera en la que me gustaría pelear?

Pienso, medito, hago pocas cosas al respecto. Alguien dijo en algún momento “pensá en la cosa más importante que haya que hacer en este mundo, y si no estás luchando por lograrlo, entonces dónde estás?”

Cuál será la gran batalla de este siglo que ocupará la mayoría de nuestras vidas? Quienes serán los enemigos? Con quienes contamos a nuestro lado? Cuando llegue el momento, podremos discernir en qué orilla nos encontramos? Muchas veces por pereza u omisión decidimos aceptar la esclavitud y la mediocridad.

Necesitaremos ideas y encontraremos enemigos. Las ideas fundamentales, aquellas que nunca vienen de una mente fresca y descansada. Aún más, nunca vienen de una sola cabeza. Fruto maduro de miles de vidas entrelazándose entre sí hasta cubrir una ciudad gris y florecerla. Los enemigos vendrán solos. Tener enemigos es saber que algo se está haciendo. Algo indeleble.

Necesitamos ideas, y debemos ser prolíficos. No es fácil, pero lejos de ser luchadores incansables, hay que aprender a estar cansado y seguir luchando; como bien dijo Felipe. Hay que evitar las distracciones. Hay que hacer algo. A veces ni importa qué, con tal de que haya un resultado al final de este recorrido. En este mundo en necesidad, ninguna mano trabajadora será despreciada. Si no estamos trabajando para un mundo mejor, entonces deberíamos pensar en qué estamos malgastando nuestro tiempo.

No dejo de criticarme y ser duro conmigo mismo al respecto. Quizás sea un estudiante flojo, un falso y distraído lector, un charco tibio de agua dulce, pero estoy seguro de que mis magras habilidades pueden ser de utilidad para alguien. Nunca es tarde! Es preciso desterrar el mito de las vanguardias iluminadas. De genios no está hecho el mundo, ni solamente con ellos podremos cambiarlos.

Es preciso hacer algo, lo que sea. Hay que buscar un resultado, seguir intentando. Ser metódico hasta el cansancio. Poner cientificidad en nuestro arte. Me aterra pensar en el día que sea juzgado por lo que hice en estos años de juventud. Pero no se si me aterraría más ser juzgado por una tribunal, por la sociedad o por mí mismo, arrepentido de haber malgastado mi tiempo.

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